"Construir la Iglesia" puede ser una bonita metáfora, hablar de nosotros como de las piedras vivas que forman esa gran familia. Es una metáfora precisa y preciosa, pero esta vez no vamos a profundizar en ello, sino que vamos a construir, de verdad, una iglesia. Eso sí, con la Iglesia dentro. Es una manualidad preciosa y creativa, para la cual sólo necesitamos un recortable, una caja de zapatos y un poco de ayuda. Os garantizo que el resultado valdrá la pena.
Recordad: una caja de zapatos (o similar), por favor.
Primero, a por el recortable. Lo puedes descargar aquí. Es una manualidad de un viejo libro de texto, ya descatalogado. A partir de ahí surgió la idea de construir el templo. Como es bastante frágil, lo vamos a pegar en un folio y lo volveremos a recortar. Así se parecerá más a una cartulina y no será tan fácil que se rompa.
Después, ¡a por la caja! Le vamos a poner una ventana y todo, y nuestra iglesia quedará llena de luz.
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